Suelte SAF para rempolque de parapente
Publicado el 13 / 09 / 2005
Por Guillermo Alberto Saez
Suelte SAF (Serio Aníbal Francisco o Suelte de Funcionamiento Automático)
Como pueden ver es sumamente sencillo de fabricar y de bajo costo. No tiene ojales metálicos que se terminan rompiendo o lazos de soga que se descosen de las correas, etc. Es sumamente robusto y con unos 3 metros de soga de nylon de 4 o 5 mm de diámetro, medio metro de manguera fina, un pasador de acero y una roldada (si es náutica mejor), podemos fabricarlo. El modelo de la foto tiene los lazos cosidos con hilo encerado (tipo tiento), y terminados con espaguetis termocontraíbles, pero pueden hacerse unos simples nudos en su reemplazo.
Es importante abrir el pin o pasador de acero, para que ofrezca la menor resistencia a la soga pasada por él, cuando se deba hacer una suelta con tensión nula, el solo peso de la soga del remolque debe vencer la resistencia “diente” del pasador de acero.
Las medidas indicadas en las fotos pueden cambiarse a gusto del usuario, para que la liberación de la soga se produzca con un ángulo mayor o menor.
Las ventaja del Suelte SAF con respecto a los convencionales en “V” son dos:
Al contrario de lo que pasa con los sueltes fijos al hacer un remolque con viento cruzado o al guiñar el parapente por efecto de turbulencias, el SAF compensa las tensiones diferenciales sobre los mosquetones, y ante una situación extrema, libera la soga en forma automática.
Con un suelte fijo si el parapente guiña, la silla unida a éste querrá acompañar el giro, pero al estar siendo tirada por los lados “fijos” de una “V” (suelte convencional) la silla no podrá acompañar el giro de la vela quedando orientada con la soga y la vela quedará atravesada o con un pequeño twist. Nosotros sentiremos que el remolque nos tira más del mosquetón que del otro y que nos caemos en la silla de un lado derecho, aumentando la tasa de caída del parapente y por lo tanto desmejorando la tasa de ascenso del remolque, además de ir muy incómodos.
Con el suelte móvil no pasa nada de eso, ya que al guiñar la vela, la silla acompaña el giro, la polea se acerca al mosquetón del lado externo al giro y la V de lados desiguales distribuye la tensión del remolque a los dos mosquetones de forma pareja.
Por supuesto que para remolques con viento cruzado uno deberá ubicarse del lado contrario de donde viene el viento con respecto al eje o trayectoria del remolque.
La segunda ventaja es que en un caso extremo de aumento del ángulo que se forma entre la soga de remolque con la línea que une los dos anclajes (mosquetones) o la cinta ventral, que debería ser de 90º (óptimo), el suelte liberará la soga sin intervención del piloto.
Una tercer ventaja, aunque no tan significativa, es que tiene dos manijas, izquierda y derecha, para la suelta y ambas siempre quedan a la vista del piloto y de fácil acceso a ellas (sobre las piernas del piloto).
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